En Memoria de Dos Almas Inolvidables

Esta página ha sido creada con el corazón para honrar y recordar a dos seres queridos que marcaron nuestras vidas con su amor, su alegría y su presencia. Aunque ya no estén físicamente con nosotros, su luz sigue brillando en cada recuerdo, en cada palabra y en cada gesto que nos dejaron. Aquí celebramos sus historias, sus sonrisas, y el profundo cariño que sembraron en quienes los amamos. Porque el amor verdadero nunca muere, simplemente se transforma en memoria eterna.

Amor Que Vive en la Memoria

En la plaza Benjamín Canales de Acuña, Coahuila, un encuentro casual marcó el inicio de un gran amor. Martha, entonces parte de las señoritas colombinas, salía de misa un domingo y, como era costumbre, paseaba por la plaza donde hombres y mujeres se cruzaban para verse. Fue ahí donde conoció a mi José Guadalupe, y el flechazo fue inmediato. Sin embargo, los estrictos padres de Martha no aprobaban la relación, por lo que comenzaron a verse en secreto.

José la esperaba en la esquina de su casa para llevarla al cine o a la plaza, hasta que un primo de Martha descubrió el romance y se lo contó a la mamá de ella. Como castigo, Martha fue enviada tres meses a San Antonio, Tx. Al regresar, creyó que no volvería a verlo… pero el destino los reunió de nuevo. José, decidido a estar con ella pese a la oposición familiar, se la robó, y así comenzó su vida juntos, sellando para siempre una historia de amor valiente y verdadera.

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